Estaba sentada en la parada del bus, esperando a que éste llegase, mientras contemplaba a la gente pasar. Odiaba las mañanas por la expresión de la gente, nadie sonríe por la calle tan temprano. El ambiente general es de tristeza y abatimiento.
Una señora pasó cerca de mí, paseando a un perro. El animal, se acercó a mí, con intención de que le acariciase, pero la señora tiró de él sin dignarse a mirarme siquiera, apartándolo de mí.
Siguiente persona, un empresario con traje que caminaba con prisas. Al pasar junto a mí, me pisó, pero no se paró a disculparse aunque escuchó perfectamente mí "ay" de dolor.
Por la mañana nadie tiene ganas de ser amable. O tal vez no es solo por la mañana, tal vez el mundo se está volviendo triste y las sonrisas se están extinguiendo.
Llegó el bus y paró frente a mí. Las puertas se abrieron con un ligero ruido y entré.
-Buenos días.-le dije al conductor con una sonrisa, al pagar el billete.
No respondió, se limitó a darme el ticket.
El bus estaba prácticamente vacío, solo un par de señoras al fondo, una mujer joven y un adolescente. Me dejé caer en un asiento al lado de una ventana y miré a través del cristal mientras el vehículo se ponía en marcha.
Solo vi más caras serias al contemplar por la ventanilla. El frío de la mañana parecía consumir lentamente a la gente, deprimiendoles, quitándoles las sonrisas.
Jugueteé con el ticket un rato y después, empecé a doblarlo. Primero un cuadrado. Un triángulo. Una especie de cometa. Y al final, por fin, terminé una grulla de papel.
Había hecho decenas de esas, y siempre se las daba a alguien. ¿A quién podía entregarle esta? Lo supe en seguida.
Cuando el bus paró, me di cuenta de que era la parada anterior a la mía, así que me levanté para acercarme a la puerta. Entraron una mujer con su hijo y se fueron desplazando por el bus. El niño fue a sentarse al sitio en el que yo había estado.
Lo último que vi antes de bajar del vehículo, fue al niño coger la grulla que había colocado en la ventana y sonreír.
Tal vez el mundo lo único que necesitaba era gente que quisiese sacarles sonrisas a los demás.
Por algún motivo yo también tenía pensado escribir un relato que ocurriese en una autobús, el viaje, en general, me has leíste la mente.
ResponderEliminarPrecioso relato.
Muchas gracias ^^
EliminarMiyuki, me ganaste, quería comentar primera, jiji.
ResponderEliminarY tú sentimientos, me persigues cada mañana cuando voy en bus al instituto?! ( es broma ! )Esque acabas de describir todo lo que me ha pasado desde que empecé a ir en bus! Aunque no sé hacer gruyas de papel... :D
Me gustó mucho el relato, totalmente identificada! Besos :3
Jajaja Yo también voy cada mañana en bus al instituto, y siempre hago grullas de papel para dejarlas allí.
EliminarMe alegro de que te haya gustado ^^
Muchas gracias^^
ResponderEliminarSigue así.
ResponderEliminarLo haré :)
EliminarNos ha encantado, qué bonito *-*
ResponderEliminarEscribes genial.
Besicos.
Gracias ^^
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