jueves, 8 de noviembre de 2012

Exámenes

Estos días no tengo tiempo para subir entradas o pasarme por vuestros blogs porque tengo muchos exámenes, pero os prometo que volveré pronto, hasta entonces, espero que os esté yendo muy bien. Besos ^^

jueves, 1 de noviembre de 2012

Halloween

En las noches de Halloween, la fina barrera que separa nuestro mundo del lugar donde habitan las criaturas de la oscuridad, desaparece por completo. En esas noches, todo puede ocurrir, la magia recorre nuestro mundo, alimentada por los sustos que inocentemente los humanos nos damos unos a otros, y altera nuestra realidad hasta tal punto que hay lugares en los que se distorsiona por completo. En esos sitios, horrores inimaginables pueden suceder a todo aquel que camine despreocupadamente sin prestar suficiente atención a su alrededor.

Son noches de terror, de misterio, de gritos y sustos. Fantasmas, vampiros, hombres lobo, brujas, nigromantes, zombies, momias y demás seres de la noche recorren las calles de nuestras ciudades simulando no ser nada más que humanos disfrazados. 

Si agudizas el oído puedes escuchar los aullidos a la luna de lobos y el suave silbido del viento, sonidos que se ocupan de ocultar a tus orejas los ruidos que producen los monstruos que te acechan, esperando a que des un paso en falso para caer sobre ti.

¿Alguna vez os habéis cruzado con una persona disfrazada y os ha dado un escalofrío?¿Alguna vez habéis creído haber visto algo que al final habéis achacado a vuestra imaginación?¿Os habéis sentido observados por alguna presencia extraña en estas noches?

No creáis que vuestros sentidos os han engañado. Halloween es la noche del terror, así que no os extrañe que ocurran cosas extrañas. Ruidos inexplicables, presencias extrañas, presentimientos oscuros... Todo puede ser provocado por alguna criatura que os esté vigilando.

Pero no te preocupes, no tiene por qué pasarte nada malo. Si hay algo acechándote, tal vez no te haga daño, puede que solo esté jugando. No tienes por qué tener miedo. Simplemente, no olvides una regla básica.
No mires atrás o te atrapará.

(la entrada está inspirada en un juego de miedo, Slender, no sé si lo conocéis, en el que tienes que ir reuniendo objetos mientras un ser llamado Slenderman te aparece de vez en cuando. Si aparece muy cerca, game over, te ha matado. En ese juego, lo fundamental es no mirar atrás, porque puedes tenerlo justo ahí, acechándote. En fin, ¡feliz Halloween! Aunque algo atrasado... xD)

domingo, 28 de octubre de 2012

Premio

Hoy vengo con un premio que me han otorgado desde el blog de Perdida en la noche, muchas gracias por nominarme ^^



Tengo que contestar a unas preguntas:

1.¿Te gusta el deporte? No mucho, soy una negada en ellos, siempre acabo dándole un balonazo a alguien o cosas así. El único deporte que me gusta (más bien, me encanta) es el patinaje. Todos los días patino varias horas.

2.¿Cuál es tu hobby? Tengo tres: patinar, escribir y leer.

3.¿De que color son tus ojos? Marrones.

4.¿Cómo es tu cabello? Castaño claro, con algún mechón rubio.

5.¿Eres zurda o diestra? Diestra.

6.¿Tienes muchos secretos? Sí, tengo bastantes, pero ninguno especialmente gordo.

7.¿Qué nombre le pondrías a tu hijo? Pues no lo tengo pensado, la verdad xD

8.¿Quisieras besar apasionadamente a alguien? Bueno... Mejor paso a la siguiente pregunta...

9.¿Te arrepientes de algo? De muchísimas cosas, soy ese tipo de persona que tiene siempre sus fallos en la memoria, dándome la lata en el subconsciente.

10.¿Tocas instrumentos musicales? Ojalá, pero la música me odia. Nací sin ritmo ni oído musical. No soy capaz ni de tocar el xilófono (y esto es cierto, no exagero), pero me gustaría saber tocar el violín, el piano o la guitarra.

11.¿Tú película favorita? Catwoman, no sé por qué, pero me encanta.

12.¿Extrañas mucho a alguien? A varias personas. A mi hermana, por ejemplo.

Y mis nominados son (redoble de tambores): 



http://bleiy-doll.blogspot.com.es/

http://booksmarie.blogspot.com.es/

http://navegando-entre-nubes.blogspot.com.es/

Bueno, gracias otra vez por el premio y hasta la próxima entrada ^^

viernes, 26 de octubre de 2012

Relato V: El club de los corazones rotos

El parque por la mañana siempre me había parecido precioso. Atajando entre árboles y con cuidado de no pisar las flores, llegué a mi sitio preferido. Un banco, en el lugar más escondido del parque, al lado de un sauce llorón, que era el mejor lugar para leer sin ser molestado.

Pero ese día no había tenido suerte. Había una persona sentada allí. Un chico, más o menos de mi edad que se sentaba, con los hombros hundidos y la mirada perdida.

-Hola.-murmuré, sentándome a mi lado.

Eso bastó para que me mirase y pude ver en su rostro una tristeza que no me era desconocida.

-Hola.-contestó, extrañado de que una desconocida le estuviese hablando.

-¿Cómo se llamaba?-pregunté, nunca me ha gustado andarme por las ramas.

-¿Qué?

-La chica por la que estás aquí. Su nombre.

-¿Cómo sabes que estoy aquí por una chica?

-Llevo viniendo aquí practicamente a diario desde hace meses, y siempre que alguien me ha quitado el sitio, ha sido por alguna tristeza. Y me jugaría lo que fuese a que la tuya tiene nombre y apellidos.

-¿No puedo estar triste por otra cosa?

-No, porque tienes esa cara. La cara de: ¿en qué me he equivocado? Es la cara que ponemos todos cuando una relación sale mal.

Sonríe casi imperceptiblemente, aunque la alegría no llega a sus ojos.

-Te das cuenta de que si estoy así por que me ha pasado cualquier otra cosa estás quedando fatal, ¿no?
-¿Acaso me estoy equivocando?

-No.-reconoce a regañadientes tras unos segundos de silencio.

Espero sin decir nada, porque sé que va a empezar a hablar para desahogarse y no quiero interrumpirle.

-Se llamaba... Bueno, su nombre tampoco es importante, al fin y al cabo. Era perfecta. Guapa, lista, simpática, divertida, amable, cariñosa... Lo tenía todo. Y me quería. Pero no fui el único que se dio cuenta de lo maravillosa que era.

-¿Se fue con otro?

-Sí.-respondió, concentrando en dos letras todo el dolor de un corazón roto.

-Pues vaya con la chica maravillosa.

-¿Esa es tu manera de animar?¿Meterte con la chica a la que amaba?

-A la que amas.-le corregí.- Si ya no la quisieses, no estarías así. Y no trataba de animarte, yo no puedo hacer eso. Tienes que ser tú el que encuentre la forma de seguir adelante.

-Genial.-dijo, con sarcasmo.-Sencillamente fantástico. 

-¿A qué si?-respondo, en el mismo tono.- Bienvenido al club de los corazones rotos.

-¿Y cuántos miembros tiene tu club?

-Tantos como gente con ganas de encontrar un lugar como este banco, apartado del resto del mundo.

-Bastantes, entonces.

-Ya, el ser humano tiende a querer perderse cuando está triste. Supongo que perdernos es nuestra forma de intentar encontrar el camino correcto.

-¿Y funciona?¿Encuentras el camino correcto perdiéndote?

-No, nunca. Es imposible encontrarlo. No existe.

-Entonces, ¿por qué lo intentamos encontrar?

-Por la misma razón por la que seguimos enamorándonos. La esperanza de que algún día aparezca por arte de magia el camino perfecto. Pero luego, llega un día en que nos damos cuenta de que no hay un camino correcto. Todos tienen fallos, curvas difíciles y peligros terribles. Pero también te das cuenta de que, aunque no sea perfecto, hay un camino por ahí esperándote, aguardando a que llegues tú. No para ignorar sus fallos, si no para aprender a amarlos como parte del camino. Hasta entonces, seguimos perdidos.


domingo, 21 de octubre de 2012

Queridas personas que todavía no habéis nacido

¿Sabéis ya a qué mundo vais a llegar?¿Lo habéis visto? No es el mejor, lo reconozco, y nuestra especie (los humanos) tampoco es perfecta, pero se hace lo que se puede. El problema es que mucha gente solo piensa en si misma, y pone difícil el hacer de este mundo un lugar mejor.

¿Estáis asustados por lo que os espera? No es para tanto, no os preocupéis. Los primeros años son los mejores, tenéis a todos pendientes de vosotros y el mundo parece un lugar fantástico. Os harán creer que todo es maravilloso, pero no os lo creáis demasiado porque luego vienen decepciones.

Llega un momento en el que te separan de tus padres y te meten en una clase con más gente de tu edad. Al principio está bien, es divertido, se juega mucho y haces nuevos amigos.

Así que, los primeros años, todo está bien, no tenéis porque estar asustados. Luego viene una etapa más complicada. Crees que tu vida es horrible, que nadie te comprende, que eres distinto al resto y hay días que lo pasas fatal. Bienvenido a la adolescencia.

Más o menos por esa época, conoces a una persona especial. Te enamoras perdidamente de él/ella. Son sentimientos nuevos para ti, así que a lo mejor estás algo confus@ pero no te preocupes, nos pasa a todos. En ese momento, hay dos opciones, o bien esa persona te corresponde y empezáis a salir, o no te corresponde y te destroza el corazón. Puede que pienses que lo mejor es no decirle nada, seguir siendo amigos sin que sospeche de tus sentimientos, pero no te lo aconsejo, porque luego te quedas con la duda y es peor.

Si empezáis a salir, todo es maravilloso. Todo son "te quieros", "no puedo vivir sin tí", "eres lo más importante de mi vida", etc. Lo más probable es que eso no acabe bien, así que te va a doler un poquito (bastante). Pero no te preocupes, es muy normal. Sueles tener un par de destrozamientos de corazón antes de encontrar a la persona correcta.

Después de eso, probablemente te deprimas un poco. Te creerás inútil, y pensarás que nadie puede quererte. Te equivocas. Eres una persona maravillosa, y yo lo sé, aunque todavía no hayas nacido. ¿Cómo lo sé? Porque todos somos maravillosos a nuestra manera única e irrepetible.

No te he dado muchas ganas de nacer, ¿verdad? Lo siento, pero no te iba a mentir. No sé que hay más allá de la adolescencia, todavía no lo he vivido. No sé si la cosa mejora o empeora, pero sí que te puedo decir una cosa: Vivir merece la pena.

Aunque estés hundido, aunque te creas la persona más miserable de la Tierra, no es cierto. Hay miles de cosas increíbles a tu alrededor, búscalas. Vive, sonríe y, sobre todo, no te arrepientas nunca de haber nacido.

viernes, 19 de octubre de 2012

Al mundo le falta originalidad

¿Cuándo dejó de ser bueno que todos fuésemos diferentes? ¿Qué tiene de malo que mis gustos sean distintos a los de los demás?

Yo soy distinta a la mayoría de personas de mi edad. Y eso no es malo. Entonces, ¿por que ellos piensan que sí? ¿Por qué yo debería ser como los demás?

Yo soy feliz así. Con mis locuras, mis frikadas, mis tonterías, mis buenas notas, sin beber, sin fumar, sin tener Blackberry y sin estar toda la semana pensando en ir a una discoteca o liarme con cualquier tío.

¿Qué le pasa a mi generación? ¿Está mal que yo crea que es una tontería la forma de pensar de mis compañeros de curso?

No. Yo sé que no. No me importa ser diferente. Estoy orgullosa de serlo.

Al mundo le falta originalidad. Todos son iguales, y eso es algo que no soporto. ¿Cómo pueden esperar que yo sea como ellos? No lo seré. Mi personalidad es lo único que me define, y no voy a abandonarla.

Cada vez hay menos gente como yo, que le gustan cosas distintas, que espera que el mundo cambie algún día. Por que eso es lo que espero, y sé que pasará. Algún día, la gente dejará de ser igual y serán ellos mismos.

Conozco a gente que finge tener una personalidad que no tiene, por el simple hecho de caerle mejor a alguien. Eso no merece la pena. Si no vas a caerle bien siendo tú mismo, no merece tu amistad.

Los amigos de verdad, te quieren tal y como eres. Te soportan tus locuras, te aguantan en tus penas, comparten tus buenos momentos y están ahí siempre.

No necesito una personalidad de mentira para conseguir un montón de amigos falsos, por mucho que la sociedad diga lo contrario.

jueves, 18 de octubre de 2012

Indiferencia

Hace varios días que no subo nada. Lo siento, pero no estaba de humor para hacerlo. Más bien, llevo unos días en los que no estoy de humor para nada.

¿Os ha pasado alguna vez? ¿Alguna vez habéis dejado de tener ganas de hacer cosas? A mi me está pasando. Las cosas que me gustan parecen aburridas, no soy capaz de encontrar ganas de hacer nada.

Es como si todo me fuese indiferente. Simplemente, busco la forma de que el tiempo pase de un día al siguiente, como si estuviese esperando algo. No sé que espero, tal vez tengo la esperanza de que de repente aparezca en mi vida alguna meta o objetivo. Algo que me de motivación.

Pero no aparece. Intento motivarme yo sola, pero ultimamente, la vida está muy gris. El clima parece estar de acuerdo con eso. También es gris.

Gris, lluvioso y sobre todo frío. Un frío que se te cuela en los huesos y te hace tiritar por muchas capas que lleves puestas. Un frío que solo te da ganas de acurrucarte en un sofá con una manta a ver la televisión. No es precisamente un clima que de motivación.

Este tiempo me deprime, me apaga, no soy capaz de estar activa. Quiero que vuelva el sol, el calor, pero todo lo que tengo es lluvia. Lluvia y gris, triste combinación.

sábado, 13 de octubre de 2012

Relato IV: El violinista en la noche

La alarma del despertador consigue sacarme de mis sueños. La apago, soñolienta. Las 02:50 de la madrugada, como todas las noches.

Me levanto, con cuidado de no hacer ruido, no quiero despertar a mis padres. Cojo prestadas las llaves de mi madre, que están en el mueble del recibidor, antes de salir del piso.

El ascensor me parece demasiado lento esa noche, así que subo por las escaleras los cuatro pisos que me separan de la azotea. Cuando llego, las piernas me matan, pero me siento más despierta.

En la más completa oscuridad, lucho por encontrar la llave correcta para abrir la puerta y salir a la azotea. Tras varios intentos fallidos, lo consigo y me recibe la brisa helada de la noche.

Maldigo el hecho de haberme olvidado de coger una bata, pero no voy a arriesgarme a volver a por una. Mis padres podrían descubrirme, y es lo último que quiero.

Camino hacia la barandilla del lado izquierdo y contemplo la azotea del edificio de al lado. Después, miro mi reloj de muñeca: Las 03:03, una hora curiosa. Esto me hace sonreír, pero mi sonrisa se desvanece en seguida. Normalmente a esta hora ya está aquí, ¿no va a venir?

Me muerdo el labio inferior, como hago siempre que estoy preocupada, pero entonces oigo un ruido. La puerta del edificio que estoy observando se abre y una figura camina hasta el centro de la azotea.

Está demasiado oscuro para poder saber quién es, como siempre. Las noches de luna llena me han permitido reconocer que es la figura de un hombre, pero nunca he podido distinguir su cara.

Como siempre, intento averiguar quién es. He visto a todos los que viven en ese edificio e intento relacionarles con esa silueta. Pero no consigo adivinar cuál de ellos es. Tampoco quiero hacerlo, prefiero que siga siendo un misterio.

Tengo la impresión de que mira hacia mí, pero no puedo estar segura. Ni siquiera sé si alguno de todos los días que he venido a verle se ha fijado en mí.

La figura, como todas las noches, saca un violín de la funda que llevaba en la espalda y empieza a tocar. La música llega a mis oídos y no puedo evitar una sonrisa, como siempre que la escucho. Hoy es una melodía triste, melancólica. Como la que escuché la primera vez que vine aquí...

Ese día yo estaba hundida, deprimida por muchas cosas. Y había decidido acabar con todo. Estaba en ese mismo sitio, asomada a la barandilla, a punto de saltar cuando empezó la música. El sonido más maravilloso que había oído jamás. Y yo era la única que podía escucharlo.

Había investigado a todos los que vivían allí, y nadie parecía saber tocar el violín, ni iba a clases de música. Fuese quién fuese, mantenía su música en secreto para todo el mundo. Excepto para mí, que iba cada noche a escucharlo.

Merecía la pena estar más cansada por las mañanas solo por poder escuchar el increíble sonido que salía de aquel violín. El sonido que había impedido que yo acabase con mi vida.

Desde aquel día, todas las noches, de tres a cuatro de la mañana, venía a la azotea a escucharle. Gracias a eso, lo superaba todo. Gracias a eso había aprendido que la vida solo es triste si tú dejas de buscar las maravillas que tiene.

Me prometí a mi misma que algún día, de alguna forma, le daría las gracias. Por haberme enseñado que merece la pena seguir adelante. Que la vida tiene cosas demasiado bonitas para desperdiciarlas.

La vida, como la música, es un regalo que pocos saben apreciar, pero que siempre está ahí.


viernes, 12 de octubre de 2012

Estoy enferma

Tengo un relato en la cabeza, y tenía pensado subirlo hoy. Pero estoy enferma, y no me siento muy creativa, así que lo dejaré para cuando me encuentre mejor. Mientras tanto, os voy a dejar un vídeo de una canción que he encontrado en Youtube y que me encanta, a ver si os gusta:



Hasta la próxima entrada, que espero que sea pronto (y lo será si deja de dolerme la garganta), besos ^^

martes, 9 de octubre de 2012

Relato III: Grulla de papel

El cielo estaba cubierto por algunas nubes, pero no parecía que fuese a llover. Menos mal, porque mi paraguas se había quedado en casa. 

Estaba sentada en la parada del bus, esperando a que éste llegase, mientras contemplaba a la gente pasar. Odiaba las mañanas por la expresión de la gente, nadie sonríe por la calle tan temprano. El ambiente general es de tristeza y abatimiento.

Una señora pasó cerca de mí, paseando a un perro. El animal, se acercó a mí, con intención de que le acariciase, pero la señora tiró de él sin dignarse a mirarme siquiera, apartándolo de mí. 

Siguiente persona, un empresario con traje que caminaba con prisas. Al pasar junto a mí, me pisó, pero no se paró a disculparse aunque escuchó perfectamente mí "ay" de dolor.

Por la mañana nadie tiene ganas de ser amable. O tal vez no es solo por la mañana, tal vez el mundo se está volviendo triste y las sonrisas se están extinguiendo.

Llegó el bus y paró frente a mí. Las puertas se abrieron con un ligero ruido y entré.

-Buenos días.-le dije al conductor con una sonrisa, al pagar el billete.

No respondió, se limitó a darme el ticket.

El bus estaba prácticamente vacío, solo un par de señoras al fondo, una mujer joven y un adolescente. Me dejé caer en un asiento al lado de una ventana y miré a través del cristal mientras el vehículo se ponía en marcha.

Solo vi más caras serias al contemplar por la ventanilla. El frío de la mañana parecía consumir lentamente a la gente, deprimiendoles, quitándoles las sonrisas.

Jugueteé con el ticket un rato y después, empecé a doblarlo. Primero un cuadrado. Un triángulo. Una especie de cometa. Y al final, por fin, terminé una grulla de papel.

Había hecho decenas de esas, y siempre se las daba a alguien. ¿A quién podía entregarle esta? Lo supe en seguida. 

Cuando el bus paró, me di cuenta de que era la parada anterior a la mía, así que me levanté para acercarme a la puerta. Entraron una mujer con su hijo y se fueron desplazando por el bus. El niño fue a sentarse al sitio en el que yo había estado.

Lo último que vi antes de bajar del vehículo, fue al niño coger la grulla que había colocado en la ventana y sonreír. 

Tal vez el mundo lo único que necesitaba era gente que quisiese sacarles sonrisas a los demás. 

lunes, 8 de octubre de 2012

Despedida

Me habían avisado de lo mucho que duele una despedida. Pero nadie me dijo jamás el vacío que deja una persona cuando se va lejos.

Mi hermana se ha ido a la universidad. Ya no vive en la misma casa que yo. Ni siquiera en la misma ciudad, ni en la misma comunidad autónoma. Más de seiscientos kilómetros me separan de ella en este instante. Y ahora me doy cuenta, de que la quiero mucho.

No puedo acostumbrarme a estar sin ella. Simplemente, no lo acepto. Saber que se ha ido y que no volveré a pelearme con ella por el cuarto de baño. Que no veremos la tele juntas. Que no iremos juntas andando al instituto todas las mañanas, como hacíamos antes. Que no tendré que despertarla por las mañanas cuando le toque sacar a la perra. Que no abrirá mi puerta sin llamar antes, cosa que siempre me molestó. Que no discutiré con ella para que me deje el teléfono.

No lo acepto. No puedo aceptarlo. Es mi hermana y ya no está. No está. Siempre supe que llegaría el momento de que se fuese, pero nunca pensé que luego tendría que vivir sin ella. Soy así de tonta, solo acepté el hecho de que se iba, no me di cuenta de que eso implicaba que ya no iba a estar. 

La echo de menos. Mucho. Aunque no pasásemos mucho tiempo juntas. Aunque a veces discutiésemos y nos enfadásemos. Ella debería estar aquí, conmigo, pero no está.

Es como si hubiese un vacío en mi vida, algo falta y por eso, incluso las cosas que no han cambiado, son diferentes. 

Te echo de menos, hermanita. Estás demasiado lejos para poder hablar contigo o simplemente verte. Y eso no está bien. Pero sé que es lo que tenía que pasar, y espero que seas muy feliz, estudies mucho, saques buenas notas y luego consigas un buen trabajo. Aunque eso signifique que no volverás a vivir conmigo.

No te lo digo mucho, y no leerás esto, pero aún así: TE QUIERO MUCHO. Sé feliz, y no me olvides, por favor. Yo seguiré extrañando vivir contigo.

viernes, 5 de octubre de 2012

Relato II: Corre.

Inspirar. Espirar. Inspirar. Espirar. Inspirar. Espirar. Inspirar. Espirar.

Cada dos pasos, una respiración. Mi pecho se hinchaba y se deshinchaba mientras forzaba a mis pies a ir cada vez más rápido.

-¿Por qué corres?-me preguntaba siempre la gente.

-¿Por qué respiras?¿Por qué late tu corazón?-solía responder yo.- Para mí es tan natural como eso, tan necesario como cualquier función vital.

Correr no me gustaba, estaba por encima de eso, era mi vida. No había mejor forma para mí de desconectar y sentirme en paz.

Parecía una broma pesada el hecho de que ahora tuvieses que correr para salvar mi vida. Ya no había paz, ya no había felicidad al aumentar la velocidad, simplemente un miedo atroz que me recorría por completo.

Les tenía detrás, casi a punto de alcanzarme. No giré la cabeza en ningún momento para comprobarlo, pero estaba segura de ello. Instintivamente, sentía la muerte siguiendo mis pasos. Demasiado cerca.

"No voy a rendirme ahora"-me dije, con lágrimas amenazando con inundar mis ojos, contenidas solo por mi voluntad. No era momento para tener la visión borrosa por el llanto. No era momento para la debilidad. Tenía que ser fuerte. Después de años de correr a diario, era rápida, muy rápida.

Solo esperaba que eso fuese suficiente.

Apreté el paso todavía más, mientras mis músculos se quejaban de dolor. Las calles estaban desiertas, no habían dejado a nadie vivo. Yo era la última.

De repente, delante de mí aparecieron más de ellos. Maldije entre dientes, viéndome rodeada, pero vi mi salvación en un callejón y me lancé hacia él, sorprendida de seguir consiguiendo correr.

Vi la sorpresa en sus ojos, no se esperaban que consiguiese escabullirme y me permití una sonrisa, lo iba a conseguir.

Un muro. Callejón sin salida. Me detuve y mi sangre se heló en mis venas. Me giré lentamente y allí estaban ellos, tapándome mi única salida.

Atrapada.

Ser rápida no había sido suficiente.

martes, 2 de octubre de 2012

Fireflies-Owl City

Ultimamente me han pasado algunas cosas, y no estoy de humor para escribir nada largo, así que no tenía pensado subir nada durante un tiempo. Pero he decidido enseñaros la canción que me anima a ser positiva y me ayuda a saber que todo irá a mejor. Tal vez ya la conozcáis, pero para mí es muy especial.




domingo, 30 de septiembre de 2012

Ira

Hacía mucho tiempo que no me enfadaba con nadie. Casi nunca lo hago, porque soy de las que piensan que no sirve para nada. Pero ayer no pude evitarlo.

Odio esa sensación. Te hierve la sangre, tienes ganas de gritar, de insultar, de hacer que la persona que te ha hecho daño sufra... Y eso no está bien. No quiero volver a sentirme así.

"No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti". Una frase que repiten las madres constantemente a los niños. Y, para mí, la norma básica de la amabilidad. Si no quieres que te insulten, no insultes; si no quieres que te griten, no grites; si no quieres que te hagan daño, no hagas daño... Es lo básico para ser amable. No puedes hacerles a los demás cosas que a ti no te gustaría que te hiciesen.

Pero ayer me lo hicieron. Si yo le hubiese hecho lo mismo, se habría enfadado conmigo, así que, no entiendo como no pensó en mi reacción.

No me gusta estar enfadada. Además, la ira se va de repente, tan rápido como vino. Y se lleva consigo el resto de las emociones. Te quedas hueca, vacía, incapaz de sentir nada, excepto ganas de llorar. Entonces, te preguntas si puedes perdonar a esa persona, pero no puedes encontrar en tu interior algo que te haga perdonarla. Ha desaparecido todo buen sentimiento que tenías hacia él/ella. Pero una parte de ti quiere que le perdones, al fin y al cabo, antes te caía bien, así que en memoria de eso, deberías perdonarle. Pero no puedes. O yo, por lo menos, no pude.

Me había dolido demasiado.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Relato I: Tardes de otoño

Mire a donde mire, todo el suelo está cubierto de hojas caídas. El naranja, el rojo y el amarillo cubren el suelo, y también los árboles, puesto que todavía quedan muchas hojas en ellos.

Respiro hondo y puedo sentir el aroma del otoño. Una mezcla de frío y calidez, de sol y lluvia, de hojas secas y verdes. El otoño separa la explosión de vida del verano del letargo del invierno.

No puedo evitar que una sonrisa aparezca en mi rostro.

-¿Por qué sonríes?-me pregunta él, extrañado, sin comprender por que esta estación me hace tan feliz.

-Es otoño.-respondo, simplemente.

-¿Y?-mi respuesta le ha confundido más.

-Es mi estación preferida.-aclaro.

-¿Y sonríes por eso?

Asiento y él arquea una ceja como diciendo: "menuda estupidez". No lo entiende, pero no me importa. Yo tampoco le entiendo a él muchas veces, y eso está bien. No necesito una completa comprensión, me basta con que acepte mis rarezas.

Como hoy, que ha aceptado acompañarme al bosque, sin pedir explicaciones, para que yo pudiese disfrutar de la naturaleza.

-Gracias.-susurro, no solo por lo de hoy, si no por todas las veces que ha estado a mi lado.

Creo que lo comprende, porque corresponde a mi sonrisa y se acerca a mí. Me besa. Es un beso largo y profundo, una eternidad de labios unidos, que solo termina cuando él aleja un poco la cabeza para mirarme a los ojos.

Mi corazón se estremece. Es uno de esos momentos de película que nunca suceden en la vida real. Sé que va a decir algo como: "Te quiero" o "Eres lo más importante de mi vida", y yo le responderé con lo mismo. Justo cuando abre los labios para hablar y mi corazón alcanza su máxima velocidad, una gota cae del cielo a mi frente.

A la vez, alzamos la cabeza y miramos el cielo, que en algún momento se ha llenado de nubes sin que nos diésemos cuenta. No tarda en empezar a llover.

Él se aleja de mi y abre el paraguas. Me indica con un gesto que me cubra pero yo le ignoro, con la cabeza todavía alzada. Cierro los ojos y siento el agua corriendo por mi rostro. Vuelvo a sonreír y cuando abro los ojos, él vuelve a mirarme con una ceja arqueada, divertido por mi extraño comportamiento.

Y esta vez soy yo la que se acerca a él para darle un beso con sabor a lluvia y a otoño.


Este es un relato que me vino a la cabeza el otro día pensando en que está comenzando el otoño. Espero que os haya gustado y que me comentéis, diciéndome que puedo mejorar en mi forma de escribir. Normalmente no escribo cosas románticas, así que no sé si ha quedado bien, criticad sin miedo, que yo no me ofendo (aunque tampoco insultéis mucho xD).

lunes, 24 de septiembre de 2012

Ciudades grandes

Ya he vuelto. Hoy me pasaré por todos los blogs que pueda para ver que habéis escrito en mi ausencia.

He estado en otra ciudad, por eso no he tenido internet. Una ciudad muy grande, enorme. Tan grande que allí llaman pueblo a mi ciudad. Tan grande que la calle más pequeña es del mismo tamaño que la mayor calle de mi ciudad.

No me gustan las ciudades grandes, me hacen sentir pequeña, insignificante. Hay demasiada gente, me agobia. Además, tienen una mentalidad distinta.

En mi ciudad, vas caminando y la gente te mira, te sonríe. Muchas señoras desconocidas te cuentan su vida en el bus. Somos como una gran familia, en la que no conoces a casi nadie, pero que sabes que te ayudarán si tienes un problema. Por ejemplo, yo un día estaba enferma y me mareé en el bus y una señora, sin conocerme de nada, me ofreció su asiento, que estaba al lado de una de las ventanas para que me diese el aire. Y otro día, me caí en el bus (si, a mi me pasan muchas cosas en los autobuses, pero es que los uso a diario, es normal) y me di con las costillas contra un asiento. Una señora se preocupó por mi como si fuese mi madre.

Allí no. La gente ni se miraba. Tenían la vista siempre al frente, sin dignarse a echarte ni un vistazo. Y si te miraban, era por encima del hombro. No parecían importarles lo más mínimo lo que sucediese a su alrededor. Juro que vi a un chico llevando un monociclo por la calle y nadie le echó ni un vistazo.

Me dio la impresión de que las ciudades grandes son muy frías. Aún con tanta gente, yo me sentía sola. No me gustan las ciudades grandes. No me gustan las multitudes, ni estar rodeada de edificios enormes, ni tener que hacer trayectos de media hora para ir a ver a un amigo.

La gente de las ciudades grandes tiene un concepto de la distancia distinto al mío. Para mí, algo cercano está a cinco o diez minutos andando. Una persona de allí me dijo que algo estaba cerca cuando estaba a cuarenta minutos andando.

Me gustan las ciudades pequeñas, son más acogedoras, más tranquilas, menos ruidosas. Hay menos contaminación, menos gente y menos agobio.

Si hay alguien que lea esto y vive en una ciudad grande, lo siento. Es mi opinión y no pretendo molestar a nadie.

martes, 18 de septiembre de 2012

Hasta pronto

Voy a estar hasta la semana que viene sin internet, así que no podré subir entradas ni pasarme por vuestros blogs. Cuando vuelva, os leeré y comentaré, lo prometo. Por cierto, Vicky, ya te lo he dicho por comentarios aquí, en mi blog, pero lo repito por si acaso, no me deja ponerte comentarios en tu blog (La nube de Vicky). No sé si es problema de mi cuenta, de mi ordenador o yo que sé, pero el caso es que no puedo T.T

En fin, aprovecho también esta entrada para comentaros que cuando vuelva he decidido que a parte de mis reflexiones voy a usar este blog para colgar algunos relatos que escriba. Espero que os gusten, me gusta bastante escribir así que os agradecería que me dieseis críticas y consejos (sin ofender por favor xD).

Bueno, me despido ya, hasta la semana que viene. Besos ^^

lunes, 17 de septiembre de 2012

Nervios

Dentro de un rato tengo la presentación del instituto. Sabré quién está en mi clase, cuál es mi horario, quién es mi tutor y que profesores me tocan. No sé por qué, cada año me pongo nerviosa este día. Y este año, con mayor motivo, porque la mayoría de mis amigos han elegido opciones de asignaturas distintas a la mía, así que irán a otras clases y no estarán conmigo.

Estoy muy nerviosa, tanto que me tiembla el pulso. No dejo de repetirme que no hay nada de que preocuparse, pero no consigo relajarme. ¿Y si me tocan malos profesores?¿Y si mis compañeros son los peores del curso? El año pasado estuve en la peor clase y hacían tanto barullo que salía todos los días con un dolor de cabeza impresionante. Es decir, no me importa que alboroten un rato, pero todos los días a todas horas estresa, y mucho. Sobre todo cuando quieres sacar buenas notas, por que así es imposible.

Así que espero que este año tenga más suerte. Mis dos mejores amigas ya la han tenido, van a ir juntas, eligieron la misma opción. Las voy a echar mucho de menos, siempre he ido con al menos una de ellas en clase.

No me gusta estar preocupada por algo que no puedo controlar. Debería relajarme, respirar hondo y no ponerme nerviosa. Pero no puedo.

Deseadme suerte, o al menos, no muy mala suerte.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Recuerdos

Todo lo que vivimos se convierte en un simple recuerdo almacenado en el fondo de nuestra mente. Recuerdos más o menos agradables, más o menos interesantes, pero aún así, importantes. Porque todo lo que vivimos es parte de nosotros.

A veces, olvidas algo que sucedió hace muchos años, y cuando una persona te lo recuerda, es como si volvieses a ganar ese recuerdo. Aparece, después de estar escondido en algún rincón de nuestra mente, y lo puedes ver. Es como recuperar un trocito de tu alma.

Cuando llegas a un lugar en el que has pasado mucho tiempo, los recuerdos te asaltan por todas partes, son tan vívidos que es casi como si los volvieses a vivir. Y casi te asombra que los demás no los vean.

Pero muchas veces, al volver a un sitio al que llevas mucho tiempo sin ir, y en el que te han pasado muchos de tus recuerdos, descubres que todo ha cambiado. Alguien ha decidido cambiar por completo ese lugar, y de repente, es como si ya no te perteneciese. Vendrá otra gente, y crearán sus propios recuerdos. Pronto, ese sitio ya no será más que un lugar cualquiera. Ya no guardará tus recuerdos, porque ya no es como antes. Todo ha cambiado.

A mi me ha pasado eso hoy. He ido a un sitio muy querido para mí, pero ahora es distinto a mis recuerdos. Ya no es mío. Y no lo volverá a ser. Ahora tengo otros sitios, claro, pero una parte de mí quiere volver a mi infancia, al momento de mis recuerdos, para que ese lugar vuelva a ser como era antes.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Mi segundo premio

Hola a todos ^^ Hoy os traigo un premio que me ha concedido Miss Lemonade del blog La vida es como la limonada. Muchísimas gracias por el premio.


REGLAS:

1.Nombra a quién te ha premiado. (ya lo he hecho arriba)
2.Di tres verdades y tres mentiras.

VERDADES:

1.Si piensas en positivo, tu vida será positiva.
2.La curiosidad ha matado más relaciones que gatos.
3.Cuando estás arriba, tus amigos saben quién eres. Cuando estás abajo, sabes quienes son tus amigos.

MENTIRAS:

1.La imaginación tiene límites.
2.La perfección existe.
3.Hay cosas que no puedes conseguir por mucho que te esfuerces.

Y MIS NOMINADOS SON: (voy a nominar gente distinta a la del último premio, que me quedaron un montón de blogs maravillosos sin premiar)


De nuevo, muchas gracias por el premio, y hasta la próxima entrada ^^

lunes, 10 de septiembre de 2012

Noche

La verdad es que prefiero la noche al día. La calma y el silencio de la noche me tranquilizan. Me encanta asomarme a la ventana y sentir el aire frío de la noche.

Aunque tenga sueño, aunque no pueda hacer mucho ruído para no despertar a nadie, me gusta la noche. Saber que una gran parte de tu ciudad está durmiendo mientras tú estás despierta, es una sensación extraña. Como si fueses la única persona de la ciudad.

La noche es fría, solitaria, oscura, pero es maravillosa. Desde mi ventana se ve la luna, muchas veces me he dormido mirándola, y no sé porque, me parece preciosa. Hoy está nublado, no puedo verla, pero sé que está hay, vigilándome, tal vez incluso protegiéndome, porque la luna cuida de todos aquellos que nos quedamos despiertos aunque solo sea un rato para mirarla.

Hay un aire de calma en la noche, que de día es inimaginable. Todo se silencia, todo se ralentiza, es como un sueño antes del sueño. En estos momentos, en los que estoy en el ordenador o leyendo o lo que sea, es como si mi mente ya empezase a preparar los sueños que tendré esa noche. Mi cabeza no funciona igual por la noche, es como si estuviese ya medio dormida, en un estado de irrealidad que no es fácil de explicar.

Me vuelvo más incoherente de noche, lo cierto es que, como suelo madrugar, acostarme tarde me agota, y me cuesta más decir cosas lógicas cuanto más tarde sea. Pero también me gusta ese estado de incoherencia mental, me gustan las locuras que se pasan por mi cabeza de noche. Cosas que no se me ocurrirían de día, con la mente cien por cien despierta.

La noche es distinta, todo cambia en ella, y por eso me gusta. La ciudad está dormida, las estrellas te observan y las farolas brillan intentando imitarlas. Es como un escenario mágico, de cuento de hadas, o tal vez solo me lo parezca porque es de noche y me empiezo a volver incoherente.


domingo, 9 de septiembre de 2012

Premio

Hoy no tenía intención de subir ninguna entrada, pero el blog Bleiÿ Doll me ha dado un premio.

Estas son las normas:

- El que recibe el premio deberá escribir 11 cosas de sí mismos (de cualquier tema).
- El que recibe el premio deberá responder las 11 preguntas que le ha enviado quien los ha nominado.
- El que recibe el premio deberá crear 11 preguntas más para que las respondan sus nominados.
- Los nominados deberán confirmar que han recibido la nominación.
- La nominación no puede repetirse, es decir, los nominados no podrán enviar de vuelta la nominación a quien ya los ha nominado anteriormente.

Once cosas sobre mí:

1.El número once es mi preferido, así que este premio me hace mucha ilusión.
2.Me encanta patinar más que nada en el mundo.
3.No soy capaz de dormir hasta tarde, soy madrugadora por naturaleza.
4.Adoro los animales.
5.Soy patética dibujando.
6.A veces abuso del sarcasmo.
7.Soy bastante tímida.
8.Odio el inglés.
9.No me gustan las cursiladas.
10.Soy bastante impaciente.
11.No me enfado nunca, da igual lo que haga la gente.

Mis once respuestas:


  1. ¿Qué tienes abierto en este momento? Una libretita al lado del ordenador, para apuntar las frases bonitas que encuentre por internet.
  2. ¿Qué anime estás viendo actualmente? Sword Art Online y otro cuyo nombre está apuntado por alguna parte pero no soy capaz de recordar ahora mismo xD
  3. ¿Cuál es el cantante que mejor te cae? Umm... Rin Kagamine.
  4. ¿Cuál es el cantante que peor te cae? No sé, no hay ninguno que me caiga especialmente mal xD
  5. ¿Qué estás escuchando? Fireflies de Owl City
  6. ¿Cuál es tu comida favorita? Cualquier cosa con carne o la pizza. (la verdura la detesto xD)
  7. ¿Lees manga? ¿Cuál? Sí leo manga, pero ahora mismo no estoy leyendo ninguno.
  8. ¿Tienes algún libro o manga que recomendarías? Recomendaria los libros de Memorias de Idhun.
  9. ¿Crees en Dios? No, nunca he encontrado nada que pruebe que existe. 
  10. Del 1 al 10, ¿ cuánto aprecio le tienes a tu blog? 8
  11. ¿Te gusta más responder o preguntar? Responder, se me da mal pensar preguntas xD
Mis nominados: (para poder nominar a alguien tiene que tener menos de 200 seguidores)


Las preguntas para mis nominados:

1.¿Tienes algún amuleto de la suerte?
2.¿Cuál es tú número favorito?
3.¿Cuál es tu escritor/a favorito/a?
4.¿Qué tipo de animal te gusta más?
5.¿Qué te da miedo?
6.¿Dulce o salado?
7.¿Manga o anime?
8.¿Qué te llevarías a una isla desierta?
9.¿Cuál es tu color preferido?
10.¿Qué canción es tú preferida?
11.¿Cada cuánto tiempo actualizas tu blog?

Bueno, listo, espero no haberme equivocado con nada ^^ Mañana subiré una entrada, hasta entonces ^^


jueves, 6 de septiembre de 2012

Destino

Me gusta creer que existe un destino. Que todo lo que ocurre, ocurre por alguna razón. Que las cosas malas que pasan, son compensadas más tarde por cosas buenas. Me gusta pensar que si eres una buena persona, el destino te ayudará a cambio.

Pero no podemos quedarnos de brazos cruzados. No podemos simplemente esperar a que el destino nos de algo. Hay que dar nuestro mejor esfuerzo. Si quieres conseguir algo y te esfuerzas lo suficiente, el universo entero conspira para ayudarte.

Me gusta fingir que hay señales por todas partes. Presagios de que van a ocurrir cosas buenas o malas. Así las cosas malas no me pillan tan de sorpresa, y las buenas me alegran incluso más.

Si voy por la calle y hace una brisa agradable, pienso: "hoy va a ser un buen día". Y por el simple hecho de pensar así, las cosas a las que normalmente no prestaría atención, se vuelven importantes y maravillosas.

He aprendido a disfrutar de las cosas pequeñas, el sol que se cuela entre los árboles, ver un gato o un perro precioso andando por la calle, la risa de un niño... Intento ver las historias de los demás cuando escucho sin querer sus conversaciones cuando me cruzo con ellos por la calle.

Todas esas cosas hacen mi vida un poco mágica. Puede parecer una tontería, pero a mí me sirve para creer que todo está conectado. Mi vida se entrelaza con la de todos los seres vivos, y me gusta fijarme en esas conexiones. Aunque mi vida esté conectada con la de otra persona solo porque me la cruzo por la calle a diario, me gusta fijarme en eso. Me hace sentir menos sola. Y es que, en este mundo tan grande, por mucha gente que haya, todos nos sentimos un poco solos.

Probablemente todo esto no tenga mucho sentido, pero necesitaba escribirlo. Ha venido de repente a mi cabeza, así que aquí está. Estoy esperando a que me den una noticia, y puede ser mala o buena, y escribir esto tal vez me de buena suerte. O no. Pero da igual, aunque sea una tontería, hacer cosas así me ayuda a pensar en positivo.

viernes, 31 de agosto de 2012

Amor

Hoy me he puesto a pensar, y mis pensamientos me han llevado a reflexionar sobre esa emoción. No soy capaz de describirla. Es algo tan... impactante. Esa es una buena definición.

El amor llega a tu vida y es como si te golpease un meteorito. Estás tan tranquila, sin desear enamorarte (o tal vez queriendo sentir eso por alguien para experimentar la más poderosa emoción) y de repente, ahí está él.

Puede ser un amigo al que conocías hace tiempo y que de repente ves de distinta manera. Un conocido con el que nunca habías hablado mucho. O un desconocido que aparece en tu vida como por casualidad. Da igual quien sea, el caso es que pasa de ser él a ser él. Con negrita. Porque pasa a ser distinto a todos los demás. Empieza a ocupar una parte de tu mente permanentemente.

Es algo que no te esperas, que no puedes planear, que cambia completamente tu vida. De un día para otro es como si el mundo hubiese cambiado por completo. Y no ha cambiado nada, solo tú y tus sentimientos.

El amor es a la vez el más agradable y el más doloroso de todos los sentimientos.

domingo, 26 de agosto de 2012

Perdón

Es sorprendente el daño que hace una palabra o un gesto malinterpretado. En seguida se convierten en ofensas inventadas que derivan en peleas no deseadas.

Discutir con alguien es romper un pedacito de tu corazón, y aunque luego os pidáis perdón, no vuelve a estar como antes. Es como colocar una tirita en un corte. Ayuda a que se cure, pero no es instantáneo, necesita tiempo para que todo vuelva a la normalidad.

Hay peleas tan grandes que rompen una relación entera. Es duro saber que amistades que han durado años, pueden romperse en apenas unos minutos. La confianza es como un árbol, poco a poco va creciendo. Cuando más grande es, más difícil es talarlo, pero si se tala, se acabó. 

La palabra "perdón" es una palabra bonita. Cuando la dices, intentas plasmar en ella un sentimiento muy complejo. El problema es que cuesta aceptarla. La mayoría de los: "te perdono", no son ciertos. Muchas veces, sirven para ocultar un resentimiento que esperamos que desaparezca con el tiempo.

Pero el tiempo no puede curar el rencor, si no que lo alimenta y lo hace más grande. Hasta que llega un momento en que el "te perdono" se convierte en un "no puedo perdonarte".

Hay gente que dice que disculparse es un signo de debilidad. Yo creo que es un signo de valentía, porque admitir un error es ser valiente. Pero es muy difícil decirlo a la cara. Muchas veces, tienes que tragarte el orgullo para decirlo. En esos casos, hay que distinguir si lo que estas ignorando es el orgullo o es la dignidad.

jueves, 23 de agosto de 2012

Soledad

No me había dado cuenta de lo sola que me puedo llegar a sentir. Incluso teniendo gente a mi alrededor. Cuando sientes que nadie te comprende, estas solo. Y eso es algo muy doloroso.

Nos encerramos en nuestro mundo de auto-compasión, intentando alejar a los demás de nuestros problemas. Fingiendo que lo hacemos por su bien, para no preocuparlos. Pero en realidad lo único que queremos es que alguien se esfuerce por que se lo contemos, que alguien no se rinda cuando le digas que no estas de humor para estar con nadie.

Fingimos que queremos estar solos, pero en realidad lo único que queremos es que alguien no se de por vencido hasta que le dejemos estar a nuestro lado. Porque es muy bonito cuando alguien se esfuerza hasta ese punto. Pero luego, por miedo a molestar, muchas veces nosotros dejamos solos a gente que creemos que no quiere estarlo. Entonces, si nosotros les dejamos solos... ¿por qué nos creemos con derecho a estar acompañados?

domingo, 19 de agosto de 2012

La mesa

Alguien me dijo una vez que la vida es como una mesa. No recuerdo quién me dijo eso, ni si lo sacó de un libro o una película o se lo inventó. No sé de dónde salió esa idea, pero lo cierto es que se me quedó grabada para siempre.

Esa persona dijo: La vida es como una mesa con cuatro patas. Una pata representa el amor, otra la familia, otra las amistades y otra eres tú, con tus sueños, miedos y deseos.

Mientras mantengas todas las patas al mismo nivel, la mesa es estable, no cojea ni se cae. Pero si le das más importancia a una pata, la estás colocando en el centro y quitando las demás. Las mesas con una sola pata son bonitas en un principio, pero con el tiempo, la pata se rompe y se cae.

Es muy difícil reconstruir tu mesa si se ha caído. Por eso, hay que tener las cuatro patas iguales, cada una en una esquina. Así, si se rompe una, las demás están ahí para sostener la mesa. Sí, pasa un tiempo coja, y no es muy estable, pero no se cae. Las otras tres patas son en ese momento más importantes que nunca, y aguantan mientras reconstruyes la pata rota.

Ojalá recordase quién me dijo eso, para poder agradecerle que me diese una forma de pensar tan bonita. Gracias a esta teoría, no olvidaré que no puedo poner ni el amor, ni la familia, ni los amigos, ni a mí misma, por encima de todo lo demás, o mi mesa se romperá.

Hay que aprender a vivir en equilibrio, sin darle más importancia a una cosa que a otra para no llevarse decepciones demasiado grandes.

sábado, 18 de agosto de 2012

Difícil

¿Por qué es tan difícil ser positivo?

Yo lo intento, lo juro. Levantarme cada día pensando: "va a ser un buen día". Vivir diciendo: "estoy viva y la vida esta llena de cosas maravillosas". Tener un problema y afrontarlo sabiendo que llegarán tiempos mejores. Lo intento mucho. Y se lo recomiendo a todo el mundo, les digo que si son positivos, su vida mejora considerablemente.

Pero es difícil. Mucho. Y es tan condenadamente fácil dejarse llevar por los pensamientos negativos...

Hay momentos en los que tu mente no encuentra ninguna cosa buena. Tú sabes que la hay. Siempre hay algo bueno, pero no aparece por ninguna parte. Y empiezas a pensar en negativo, a dejarte superar por los problemas, a rendirte ante las dificultades...

Eso es muy fácil. Es muy fácil vivir rindiéndose, dejando que la vida te supere. Demasiado fácil. Pero no hay que hacerlo. Me lo repito a diario: HAY QUE PENSAR EN POSITIVO.

Pero hay tanta gente que se deja llevar por la negatividad... Tanta gente que vive triste, tantas personas que no son capaces de ver que sus vidas no son malas. Todas las vidas son maravillosas, por el simple hecho de vivir ya deberías ser feliz, ¿verdad? Entonces... ¿por que hay gente triste?

No es justo. No es justo que sea tan fácil ser infeliz. Pero el mundo no es justo y hay que aprender a vivir con ello.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Objetivos.

Estoy cansada. Cansada de sentir que no estoy haciendo nada útil con mi vida. De pensar que estoy desaprovechando el tiempo, de que podría hacer algo útil, pero no sé el qué. Quiero dejar mi huella en el mundo. Una huella pequeña, aunque sea. No necesito nada grande, no quiero pasar a los libros de historia. No quiero tener una mención en algún libro importante. Simplemente, me gustaría saber, que soy algo más que una persona anónima de las muchas que nacen y mueren en este inmenso planeta.

Me conformaría con ser digna de que alguien me recuerde. Que una persona piense que haberme conocido ha influido en su vida. Sería tan bonito quedar en la memoria de alguien para siempre...

Pero no quiero que me recuerden simplemente porque sí. Haré algo. Me da igual qué. Algo que, por mi propio mérito, haga que la gente me recuerde. Me gusta esa meta. Tener un objetivo hace que tu vida sea más intensa, y este es mi objetivo.

Me gustaría saber que objetivos tiene la gente. ¿Qué les impulsa a levantarse por la mañana? ¿Qué les convence de hacer tal o cuál cosa?¿Qué consigue que vivan la vida sin desesperarse por las tragedias que suceden en ella?

Cada persona tiene una meta, un sueño o un deseo que les sirve de objetivo. Ojalá todo el mundo cumpla los suyos.

sábado, 11 de agosto de 2012

Tengo ganas...

De chillar. De darle un golpe a algo. De tumbarme en la cama y no levantarme nunca más. Y, sobre todo, tengo ganas de hablar con él. Muchas ganas, y también quiero que él esté pensando en mí en este momento.

O no. Tal vez sea mejor que él no piense en mí. Eso me ayudaría a olvidarle. A conseguir borrar estas malditas ganas de llorar que tengo cada vez que pienso en él. Es decir, todo el día.

Jamás pensé que mi vida dependería tanto de alguien. Yo, que me burle del amor a más no poder, que dije que los enamorados se volvían cursis y eran incapaces de pensar en nada que no fuese su enamorad@. Y ahora, ¿qué? ¿De qué me han servido todos mis argumentos en contra del amor? Os lo digo: DE NADA.

Le quiero. Y eso es una verdadera putada. A todos los que defendíais el amor de mis críticas: sí, es maravilloso querer a alguien. Pero también, terriblemente doloroso.

jueves, 9 de agosto de 2012

Frustración

La frustración es uno de los peores sentimientos del mundo. Saber que no puedes conseguir algo, que lo tienes al alcance de la mano, pero por mucho que tus dedos lo rocen, no puedes agarrarlo. Se escurre entre tus manos como si fuese agua. O arena que cae lentamente, grano a grano, marcando un tiempo que va demasiado rápido. Un tiempo que no puedes seguir.

Y una parte de ti te dice: "Esfuérzate más" Pero tú tienes miedo de que, por mucho que te esfuerces, no lo consigas. Y ante eso lo mejor es no esforzarse, porque así siempre puedes decir: "Si me hubiese esforzado, lo hubiese hecho". Es una forma de auto-consolarse. Porque, si das lo mejor y no sirve... Es una sensación horrible. 

Piensas que no eres lo bastante bueno, que nunca conseguirás hacer nada. Qué no vales para nada. Creo que me da miedo tener esa sensación. Tal vez por eso me cueste esforzarme tanto. Pero si quiero algo de verdad, hay que darlo todo. Y si luego no lo consigues, pues lo vuelves a intentar. Una y otra vez, hasta que puedas hacerlo.

No es una derrota si no dejas de intentarlo, así que hay que seguir. 

Es muy fácil decir eso, lo difícil es actuar así. Todo el mundo va diciendo cosas así: "Yo no me rindo nunca" "Si quiero algo, me esfuerzo hasta que lo consigo". Pero no es cierto, todo el mundo se rinde, todo el mundo tiene miedo a no conseguir algo, y no hay nadie que no se haya sentido inútil por no lograr hacer algo.

Sentirse débil e inútil no es malo, te hace tener consciencia de tus limitaciones, y te ayuda a intentar vencerlas. Hay que ser muy valiente para reconocer que no eres capaz de hacer algo, pero hay que serlo mucho más para intentar superarte.

Yo estoy frustrada. Creo que no voy a conseguir hacer algo, y una parte de mí quiere rendirse ya, para sufrir menos cuando no lo consiga. Tengo miedo de decepcionar a alguien, y de que, si al final no soy capaz, la gente me juzgue por ello. Pero lo voy a intentar, no porque sea valiente y quiera superarme, sino porque hay una persona que me juzgará más si no lo intento. Y yo quiero mucho a esa persona, quiero que esté orgullosa de mí. Y si luego no lo consigo... Bueno, siempre se puede volver a intentar.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Sentimientos Desbordados

Supongo que la primera entrada de un blog es para presentarse un poco. Para decir quién eres y por qué estás abriendo un blog.

Soy una persona común y corriente y abro este blog para desahogarme. No voy a decir mucho más sobre mí.

Hoy me ha pasado una cosa. Una cosa que me ha asustado mucho. El tipo de cosas que piensas: "esto jamás me pasará". Hasta que pasa. Y entonces te das cuenta de que no eres invulnerable. Te puede pasar todo eso que crees que jamás te pasará.

Las casualidades existen. Y hoy se han juntado muchas para asustarme. Para hacerme pasar una de las peores experiencias de mi vida. Aunque probablemente dentro de unos años lo vea como una tontería. Una anécdota más que contar.

O tal vez sea el inicio de un trauma que de mayor le cuente a mi psicólogo. Quién sabe. El destino es caprichoso y nos maneja como quiere.

En este blog voy a decir siempre lo que pienso. No voy a mentir. Aquí nadie me conoce, puedo decir la verdad sin miedo a que nadie me juzgue. Y si me juzgan, me da igual. Todo el mundo tiene derecho a decir lo que piense, así que si queréis insultarme, agradeceré todos los comentarios. Me gustaría que me dejaseis aunque fuese un: ¡Hola! para saber que alguien se ha molestado en leerlo.

Pero este blog no es para conseguir seguidores. No necesito un montón de gente que lea lo que escribo. Solo quiero encontrar gente que sienta de verdad. Personas que tengan unos sentimientos que demostrar, que no hayan caído en la monotonía de una vida demasiado informatizada como para permitir la originalidad de una mente libre.

Hoy he tenido una experiencia extraña. No diré cual, pero consiguió que sintiese por primera vez pánico de verdad. Sentí que la situación me superaba. Y en ese momento, me di cuenta de que mi miedo tenía más fuerza que yo. Que mis sentimientos habían crecido tanto que se desbordaban fuera de mi alma y me controlaban por completo.

Y me di cuenta de que necesitaba decírselo a alguien a quién no conociese. A una persona que no me intentase tranquilizar, sino que se limitase a escuchar lo que yo decía. Y por eso he creado este blog.

No soy una persona constante. Puede que en dos días me canse y no vuelva a escribir nada aquí. O puede que consiga llevar el blog durante años. Pueden pasar meses sin que escriba nada o puedo escribir cinco cosas el mismo día.

Cada vez que mis sentimientos se desborden, crearé una entrada. Y espero que vosotros la leáis, para que el destino de mis sentimientos desbordados sea entretener durante unos pocos minutos vuestra mente.