sábado, 13 de octubre de 2012

Relato IV: El violinista en la noche

La alarma del despertador consigue sacarme de mis sueños. La apago, soñolienta. Las 02:50 de la madrugada, como todas las noches.

Me levanto, con cuidado de no hacer ruido, no quiero despertar a mis padres. Cojo prestadas las llaves de mi madre, que están en el mueble del recibidor, antes de salir del piso.

El ascensor me parece demasiado lento esa noche, así que subo por las escaleras los cuatro pisos que me separan de la azotea. Cuando llego, las piernas me matan, pero me siento más despierta.

En la más completa oscuridad, lucho por encontrar la llave correcta para abrir la puerta y salir a la azotea. Tras varios intentos fallidos, lo consigo y me recibe la brisa helada de la noche.

Maldigo el hecho de haberme olvidado de coger una bata, pero no voy a arriesgarme a volver a por una. Mis padres podrían descubrirme, y es lo último que quiero.

Camino hacia la barandilla del lado izquierdo y contemplo la azotea del edificio de al lado. Después, miro mi reloj de muñeca: Las 03:03, una hora curiosa. Esto me hace sonreír, pero mi sonrisa se desvanece en seguida. Normalmente a esta hora ya está aquí, ¿no va a venir?

Me muerdo el labio inferior, como hago siempre que estoy preocupada, pero entonces oigo un ruido. La puerta del edificio que estoy observando se abre y una figura camina hasta el centro de la azotea.

Está demasiado oscuro para poder saber quién es, como siempre. Las noches de luna llena me han permitido reconocer que es la figura de un hombre, pero nunca he podido distinguir su cara.

Como siempre, intento averiguar quién es. He visto a todos los que viven en ese edificio e intento relacionarles con esa silueta. Pero no consigo adivinar cuál de ellos es. Tampoco quiero hacerlo, prefiero que siga siendo un misterio.

Tengo la impresión de que mira hacia mí, pero no puedo estar segura. Ni siquiera sé si alguno de todos los días que he venido a verle se ha fijado en mí.

La figura, como todas las noches, saca un violín de la funda que llevaba en la espalda y empieza a tocar. La música llega a mis oídos y no puedo evitar una sonrisa, como siempre que la escucho. Hoy es una melodía triste, melancólica. Como la que escuché la primera vez que vine aquí...

Ese día yo estaba hundida, deprimida por muchas cosas. Y había decidido acabar con todo. Estaba en ese mismo sitio, asomada a la barandilla, a punto de saltar cuando empezó la música. El sonido más maravilloso que había oído jamás. Y yo era la única que podía escucharlo.

Había investigado a todos los que vivían allí, y nadie parecía saber tocar el violín, ni iba a clases de música. Fuese quién fuese, mantenía su música en secreto para todo el mundo. Excepto para mí, que iba cada noche a escucharlo.

Merecía la pena estar más cansada por las mañanas solo por poder escuchar el increíble sonido que salía de aquel violín. El sonido que había impedido que yo acabase con mi vida.

Desde aquel día, todas las noches, de tres a cuatro de la mañana, venía a la azotea a escucharle. Gracias a eso, lo superaba todo. Gracias a eso había aprendido que la vida solo es triste si tú dejas de buscar las maravillas que tiene.

Me prometí a mi misma que algún día, de alguna forma, le daría las gracias. Por haberme enseñado que merece la pena seguir adelante. Que la vida tiene cosas demasiado bonitas para desperdiciarlas.

La vida, como la música, es un regalo que pocos saben apreciar, pero que siempre está ahí.


8 comentarios:

  1. Jiji me gustó! Sobretodo la última frase: La música es un regalo que pocos saben apreciar, pero que siempre está ahí.

    :) Besos!

    ResponderEliminar
  2. me encataa... muchas grax siempre adoro leerte
    es como volar en la imaginacion y cuando termina puky!!
    caes jajaja XDD

    ame en relato =)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, me hace mucha ilusión que a la gente le guste leer lo que escribo ^^

      Eliminar
  3. ¡Nos encanta! Una historia bonita e intrigante.
    Nos gustan mucho tus relatos *-*
    Besicos.

    ResponderEliminar
  4. Holaaa! he encontrado tu blooog y te sigo :D
    Asi que ya tienes una seguidora más que prometo pasarme muuy amenudo a ver lo que escribess (me encanta la lectura y escribiiir :3 )
    Jjajajaa
    salu2 ;)

    ResponderEliminar